Ahorrar energía y reducir la huella de CO2 en los centros de datos ya no es opcional

Imagine que en el estacionamiento de su ofician todos los coches están en marcha con el aire acondicionado encendido, día y noche, durante todo el año. Solo están esperando a un pasajero. Muchos de ellos no tienen conductor. Nadie sabe a quién pertenecen, y menos aún el administrador del estacionamiento. Suena ilógico, ¿no? Esto es exactamente lo que está sucediendo en muchos centros de datos y salas de servidores en la actualidad.

A la luz del Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que sientan las bases para un desarrollo sostenible, bajo en carbono y resistente al cambio climático, las empresas deben informar anualmente sobre su huella de CO2.

Por esta razón, los responsables de sustentabilidad recién nombrados enfrentan muchos desafíos, como medir, informar y mejorar su huella de CO2.

Hoy, también estamos en medio de una crisis energética causada por la guerra en Ucrania, la geopolítica en torno al suministro de gas y los problemas de capacidad de la red local causados por la continua electrificación de nuestra sociedad. El mercado de la energía es muy incierto y los precios aumentan rápidamente.

Como resultado, el ahorro de energía y la consecuente reducción de la huella de CO2 ya no son opcionales. Varios gobiernos de la UE han anunciado y aplicado nuevas leyes para que las empresas presenten informes de consumo de energía, brinden detalles sobre la configuración de ahorro de energía en los equipos y cumplan los objetivos de ahorro de energía.

¿Cómo y dónde podemos ahorrar energía en TI?

Se estima que el 30 % del equipo de TI en los centros de datos está funcionando con poca o ninguna utilización. Estos dispositivos “fantasmas” mantienen activos sus propios sistemas operativos incluso si no se utilizan.

Los “fantasmas” son máquinas que no parecen tener dueño o no son monitoreadas activamente. Dependiendo de la configuración de ahorro de energía, estas máquinas consumen al menos la mitad de la energía cuando están inactivas que cuando están completamente utilizadas. Además, generan calor que debe ser enfriado por sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), aumentando aún más el consumo total de energía.

El hardware infrautilizado a menudo es el resultado de que las empresas trasladan sus aplicaciones críticas a la nube, pero se "olvidan" de desmantelar los servidores heredados o dejan algunos servidores encendidos debido a alguna aplicación de uso local pequeña que no se pudo migrar. Los servidores heredados y los dispositivos de red conectados que se necesitan solo para unas pocas aplicaciones son muy ineficientes desde el punto de vista energético. La consolidación de las aplicaciones restantes en menos servidores puede reducir significativamente el consumo de energía.

La eficacia del uso de energía (PUE) indica la eficiencia de un centro de datos. Este KPI suele ser gestionado por el responsable de Infraestructura y Electricidad del Centro de Datos, que es el responsable de la gestión de las instalaciones. El PUE se calcula dividiendo el consumo de energía total del centro de datos por el consumo de energía del equipo de TI. Cuanto menor sea este número, mejor será el rendimiento del centro de datos. Sin embargo, existe una falla importante en el uso de PUE para indicar la eficiencia en toda la tecnología de TI. El administrador de las instalaciones del centro de datos no tiene influencia sobre el consumo de energía de los equipos de TI, ya que la adquisición de hardware, la configuración de ahorro de energía, la utilización y la administración de la carga de trabajo a menudo se administran en otras partes de la organización.

Cuando el consumo de energía de los equipos de TI disminuye porque los equipos responsables de los dispositivos incorporan configuraciones de ahorro de energía o cargas de trabajo optimizadas, es posible que el PUE no refleje con precisión la eficiencia energética del centro de datos, ya que los costos generales en el centro de datos no cambian significativamente. Cuando PUE se utiliza como un KPI en un panel de control de nivel superior para indicar la eficiencia del uso de TI, la gerencia recibe una percepción incorrecta de la eficiencia energética en su organización.

Para reducir el consumo de energía, los costos y la huella de CO2, las empresas deben monitorear el consumo actual relacionado con el uso de cómputo y almacenamiento "útil" de la manera más granular posible.

Se requiere un enfoque holístico que abarque los niveles de pila de tecnología, los procesos comerciales y los dominios de gestión, como se describe a continuación:

Nivel de infraestructura y edificios: medición de energía y temperatura y recopilación de datos mediante sensores IoT que pueden medir el consumo y la calidad de la energía hasta el enchufe del dispositivo y detectar desequilibrios de carga de fase, eficiencia del factor de potencia, equipos de TI inactivos, etc. Otros sensores captan la temperatura y la humedad interior y el clima exterior del edificio. El equipo de energía e infraestructura obtendrá información sobre la eficiencia del edificio y sus instalaciones y tomará medidas preventivas en función de las tendencias.

Por dispositivo y/o nivel de sistema operativo: los equipos de TI modernos, como los hosts de servidores, tienen sensores integrados que pueden medir parámetros como el consumo de energía, las velocidades de los ventiladores y las temperaturas de entrada y salida. Los sistemas operativos de servidor también son capaces de monitorear la CPU, la RAM, el almacenamiento y la utilización de la red. Esto proporcionará a los equipos de operaciones de servicio información sobre el rendimiento del hardware en relación con la utilización.

A nivel de carga de trabajo (virtual): el software de administración de hipervisor puede proporcionar lecturas de CPU/RAM/uso de tráfico e incluso consumo de energía (calculado) por host, máquina virtual o carga de trabajo en grupos de recursos de hipervisor. Con esta información, es posible mover las cargas de trabajo y las máquinas virtuales y encontrar puntos óptimos de utilización dentro de un grupo de hosts teniendo en cuenta el rendimiento y capacidad, los tiempos de activación de las máquinas virtuales y los efectos de utilización de día/noche/fin de semana. El análisis de tendencias y la previsión de los datos de uso ayudan a minimizar el exceso de capacidad del host poniendo el host en modo de ahorro de energía o apagándolo cuando no se necesita capacidad.

Gestión de activos de TI: no todos los activos de TI, incluidas las máquinas virtuales, instalados en una organización se contabilizan y gestionan desde una perspectiva de supervisión y ciclo de vida. En muchos casos, los activos de TI son administrados en hojas de cálculo por organizaciones de TI locales o propietarios de servicios de equipos sin proporcionar una visión global. Hay muchas formas de escanear su red para encontrar dispositivos con una dirección IP y mantener una base de datos en línea o CMDB. Sin embargo, nunca obtendrá una imagen completa de los dispositivos conectados, ya que las configuraciones incorrectas, los equipos que no responden o los firewalls pueden bloquear los escaneos. En estos casos, se necesita hacer un relevamiento del sitio físico para verificar qué hay realmente en los gabinetes y detectar dispositivos fantasma. Estos dispositivos desconocidos y/o ilegales en su red no solo consumen energía innecesaria, sino que también pueden representar un grave riesgo de seguridad, lo que hace que la gestión adecuada de los activos de TI sea una función clave.

Migración a la nube

Las empresas han trasladado muchas aplicaciones a la nube, donde la información sobre el consumo de energía y la huella de CO2 relacionada se ha vuelto menos importante ya que la responsabilidad de administrar el consumo de energía en los dispositivos se ha trasladado a los grandes proveedores de servicios en la nube. Sin embargo, muchas industrias aún necesitan informar sobre su huella de CO2 como, "¿Cuánto CO2 genera una transacción financiera?" o "¿Cuál es la huella de CO2 de almacenar un Gigabyte de datos durante un año" o "¿Cuánto CO2 se necesita para producir un bicicleta." Los hiperescaladores proporcionan paneles para la huella de carbono, pero no siempre pueden relacionarse con una función comercial, un proceso o un lote de producción.

Consolidar y analizar datos

Los sistemas administrativos que gestionan sus procesos comerciales, como los sistemas ERP que controlan la producción, los pedidos, el abastecimiento, la logística y los servicios, y los sistemas de gestión de incidentes contienen datos valiosos. Los datos administrativos correlacionados con los datos técnicos de los sistemas de medición, monitoreo y administración de dispositivos IoT brindan información valiosa sobre la eficiencia de un proceso comercial o de producción de extremo a extremo, incluidos factores externos como incidentes, clima, efectos estacionales y cambios económicos para que puedan ser optimizados.

Hablar con los gestores de procesos y utilizar técnicas de IA y ML ayuda a comprender cómo debería ser el proceso “perfecto” desde el punto de vista de la eficiencia y el consumo de energía, examinando todos los elementos, circunstancias y configuraciones de cualquier proceso.

¿Cómo puede ayudar Orange?

Hemos aprendido de nuestra propia experiencia que medir y analizar el consumo de energía, los parámetros ambientales y los KPIs de procesos comerciales son esenciales para abordar la eficiencia y la optimización que pueden conducir a reducciones en la huella de CO2 y los costos.

La gestión exitosa de la eficiencia energética requiere una comprensión precisa de los procesos comerciales y las aplicaciones y la infraestructura utilizadas en su organización. Esto puede ser muy completo y difícil de manejar. Por lo tanto, elegir sus batallas y definir cuidadosamente su alcance y objetivos es imprescindible.

El enfoque elegido se basa en una visión holística y puede contener muchos de los componentes básicos predefinidos que tenemos en Orange Business, que incluyen:

  • Evaluaciones de Digital Green Maturity para apoyar la definición de alcance y objetivos
  • Configuración de monitoreo y medición
  • Identificación de fuentes de datos administrativos
  • Encuestas de inventario de sitios físicos y gestión de activos de TI
  • Utilización de los insights de gestión de servicios
  • Recopilación de datos e interfaz
  • Consolidación y análisis de datos
  • Ciencia de datos y cuadros de mando
  • Consultoría y desarrollo de IA y ML
  • Feedback de calidad sobre sus procesos
Marcel van Wort

Marcel es el Consultor Gerente especializado en Seguridad de la Información y Green IT en Orange Business, con más de tres décadas de experiencia en TIC. Es un miembro activo del programa Orange Green Act comprometido con lograr los objetivos de responsabilidad social corporativa, sustentabilidad y TI ecológica en Orange Business y ayudar a nuestros clientes a hacer la transición a la sustentabilidad digital. Marcel disfruta del ciclismo de montaña y tiene la misión de desarrollar formas de utilizar biocombustibles neutros en CO2 en los deportes de motor mientras compite en el Rally Dakar de 2023.